…Y El Mundo Continuó!

En este segundo viaje a la Biblioteca de Dios, el autor nos explica la labor de los planetas en la construcción del planeta Tierra y cómo se formaron las galaxias.

Nos enseña cómo se formó la amplia variedad de seres-elementos (bacterias, moléculas, células) que dan vida, calor y movimiento a toda la geología terrestre, y presenta la enorme diversidad de insectos (tanto positivos como negativos) y su importancia fundamental para la vida en la Tierra.

Nos informa sobre la contribución de las sustancias, resultado del trabajo de los planetas y astros, a las plantas, árboles y vegetales que les otorgan color, sabor y aroma. El ser humano se conecta con las energías de estos a través de lo que ingiere, así como mediante ejercicios especiales para que sus energías mentales y corporales puedan nutrirse de ellas.

También aprendemos sobre la contribución de las piedras preciosas al ser humano, su relación con el cosmos y con el pensamiento del Creador.

Conoceremos la importancia de la evolución, primero del cuerpo para que el Yo pueda actuar plenamente; la superación del plano biológico para poder subsistir en planos superiores, y que solo podrán avanzar aquellos seres que posean fortaleza espiritual e inteligencia para construir información, luego conocimiento y así alcanzar la sabiduría.

En la última parte, se relata la tarea y las dificultades de los seres que descienden al planeta con la misión de colaborar en la Obra del Creador y explicar el «por qué y para qué» de la vida. Estos y muchos otros temas se abordan en esta maravillosa obra que revela estos supuestos misterios y nos señala el camino hacia el Creador.